miércoles, 21 de marzo de 2012

NO MOJARSE

Si en vez de palacio fuese un gallinero y empezase a llover, quizá podría meterme en él para no mojarme, pero nunca tomaría el gallinero por un palacio por el mero hecho de haberme protegido de la lluvia. Ustedes se ríen; más aún, dirán que en tal caso nada importa que sea gallinero o palacio. Sí, contesto yo, si el único fin de la vida fuera no mojarse.
Fiodor Dostoyevski. De “Apuntes del subsuelo”. Alianza. 1991.

l´amour l´piaf