domingo, 31 de julio de 2011

te amo





VIVA!!


No he muerto ni moriré:
Mientras exista un ápice
de valor en la sangre generosa
que bendice mis venas
con su fuerza insurrecta.

Mientras el frenesí de mi vuelo
sea un águila,
y los gélidos montes
no coarten mi generación.
Mientras el ardid 
de los “tantos” egos furiosos,
no frenen a los “muchos” sueños
que me honran,
y que en la alborada se yerguen airosos,
frustrando la inclemencia
de los que prevarican,
pero sucumben a la sombra de mi luz.

No he muerto ni moriré
por dejar de ser invisible ante la parca,
por recoger mis despojos de viento
para volver a ser ave cantora,
reinventando los momentos de silencio,
convirtiéndolos en eco dulce
que replica leve en el murmullo.

¡No, no he muerto!
Protesta la voz clamando
en mis lamentos.
Constantes se posan mis plantas
en el suelo.
Con mi ánimo libre de quebrantos,
una fe de alas partidas,
unos pies desamparados,
pero sin estancarme
.

autor:Jael Uribe

sabes a donde vas?

reflexión

heroína cotidiana

 
 
Vengo de la sangre
y de la tierra.
De barro la esencia intrínseca
de mis curvas concéntricas,
de manos laboriosas y llagas marchitas
con difuminadas huellas.
Perdida en los olvidos del valor,
pariendo del alma
a la humanidad ingenua.

Ornada de roles.
Dignificada por los éxitos
de un día cualquiera.

Mis batallas de segundos
son menester en mi agenda.
soy heroína cotidiana
sin lauros,
ni corona.
Mi trono altivo se yergue
en la pureza de mi estela.

Bendecida o maldita
por el roce leve de la burda conciencia
dependiendo de si la daga se levanta
desgarrando mi carne
o se posa en mis caminos
liberando maleza.
 
autor:Jael Uribe



lunes, 4 de julio de 2011

!!QUIÉN PUDIERA VIVIR SOÑANDO!!


Es la existencia un cielo,
cuando el alma soñando embelesada,
con amoroso anhelo,
en los ángeles fija su mirada.
¡Feliz el alma que a la tierra olvida
para vivir gozando!
¡Quién pudiera olvidarse de la vida!
¡Quién pudiera vivir siempre soñando!
En esa estrecha y mísera morada
es un sueño engañoso la alegría;
la gloria es humo y nada
y el más ardiente amor gloria de un día.
Afán eterno al corazón destroza
cuando los sueños ¡ay! nos van dejando.
Sólo el que sueña goza.
¡Quién pudiera vivir siempre soñando!
De su misión se olvidan las mujeres,
los hombres viven en perpetua guerra;
no hay amistad, ni dicha, ni placeres;
todo es mentira ya sobre la tierra.
Suspira el corazón inútilmente . . .
la existencia que voy atravesando
es hermosa entre sueños solamente.
¡Quién pudiera vivir siempre soñando!
Sin mirar el semblante a la tristeza,
pasé de la niñez a la dulce aurora,
contemplando entre sueños la belleza
de ardiente juventud fascinadora.
Pero ¡ay! se disipó mi sueño hermoso,
y desde entonces siempre estoy llorando
porque sólo el que sueña es venturoso.
¡Quién pudiera vivir siempre soñando!

autor:José Rosas Moreno